lunes, 21 de abril de 2014

jueves, 3 de abril de 2014

In Memoriam


Paco:
Acabamos de enterarnos que la vida ha decidido sacarte de entre nosotros. Has salido por la calle de las nubes blancas tañendo tu guitarra entre las estrellas.
¡De aquí allá, 
de diestro a siniestro, 
acullá...!
Intentamos encontrar las notas mágicas entre la luz en las vibraciones de las cuerdas de tu herramienta trabajadora.
Queremos enviarte un mensaje forzando el barro de lo inexplicable como fieras capaces de derribar una lágrima sólo por el sonido de tu música, esperando una respuesta para llorar riendo aclarando el gran misterio.



¡Cancún, Cancún!

Lleno de pequeños sorbos de día,

pulgares con frenesí de cometa

y la indecisión de una ola algecireña.

Cada melodía

una señal de alarma musicalizada,

mensaje sonoro aún por descifrar.

¡Caja de resonancia,

con invisible ansiedad

llamando desde la madera

con el sudor flamenco de unos tacones

de brisas y olor a almendras!

Se hunden los besos

en las raíces de nuestros corazones.

Galopando al fragor del alba

por los dedos zurcidores de música.

¡Cancún, Cancún!

¡Qué ausencia,

arrancando páginas de olvido!


La existencia nos empuja a cerrar todas las puertas, excepto la de la muerte. Muchos la llaman esperanza.

La arena bruja del reloj
pese a no tener manecillas, 
lleva las mismas horas,
en su espectro de eternidad. 

Antonio Sánchez Verdú
Francisco Martínez Torres